jueves, 23 de enero de 2014

Noches de Feria 13



¡Buenas buscadores!

¿Cómo ha ido la semana? Estamos a las puertas del fin de semana y hemos llegado a la entrada número 13 de Noches de Feria. No sé vosotros, pero yo antes no me creía que este número diera mala suerte pero, ahora sí que lo creo. Sobre todo si cae en Viernes 13. Hoy sólo es un aburrido jueves pero aún así tened cuidadito cuando leáis esta nueva parte de la historia porque lo mismo ¡¡¡Os explota el ordenador!!! Pero aún así, no dejéis de escribirme un comentario ¿Eh? Que una cosa no quita la otra.

Aquí os lo dejo ^^

Espero leer vuestras opiniones, buscadores.

Y hasta la próxima:



En lugar de protestar y asegurar que estaba lo bastante recuperada como para acompañarle, Nataly obedeció dócilmente. Tenía demasiadas cosas en la cabeza. Todo lo que había descubierto gracias a esa conversación era como una ventana semi abierta a una nueva e increíble vista que no conocía y que quería seguir observando. Si no se daba prisa en colocar algo en medio, un desafortunado golpe de viento podría volver a cerrarla. Lo que la abriría del todo sería seguir el consejo de Matt, y tenía que hacerlo de inmediato. Así que, buscó en su bolsito el móvil, pensaba llamar a sus padres ahora mismo. Pero al intentarlo, descubrió que no tenía cobertura.
<<Debe ser este sitio… puede que los techos y la estructura sean de metal>> pensó mirando hacia arriba. Sus ojos se perdieron entre los vapores, intentando vislumbrar la puerta. Sin saber por qué deseó que Matt regresara de una vez o que al menos, encendiera las luces.
No es que le diera miedo ese sitio… aunque le inquietó un sonido que se oyó por encima del constante y cansino zumbido de los calderos. No supo que fue, pero su mirada volvió como una flecha a las puertas colgantes y se fijó en que éstas se balanceaban con suavidad sobre el suelo.
¿Había entrado alguien? El ambiente era caluroso y seco, ni una brizna de viento recorría lo suficiente el túnel como para haberlas movido.
-¿Matt?- llamó Nataly -¿Has vuelto?- Una pregunta absurda ya que las luces seguían apagadas y también porque, con lo alto que era, le habría visto sin problemas por encima del humo.-¿Hay alguien ahí?-
Se puso en pie sobre el vagón y trató de ver algo más, pero fue tan inútil como buscar estrellas en un cielo encapotado. Nadie respondió tampoco, así que debía seguir sola. Pero entonces ¿Qué había movido las puertas?
No le gustaba jugar a interpretar sombras, por lo que salió del tren dispuesta a comprobar lo que era.
El humo también le impedía ver el suelo, y le costó bajarse por miedo a que el pie se le quedara atascado en uno de esos calderos. Con la suerte que tenía, tendría que volver descalza a casa.
Se apartó de los raíles, moviendo las manos delante de su cara en un intento de disipar la niebla y avanzó con cuidado hacia las puertas que ya se habían detenido. Quizás le había parecido que se movían pero no había sido así.
Cuando estaba a punto de volver al tren pensó que lo mejor sería ir a buscar a Matt, así no tendría que volver a por ella, pero entonces oyó otra cosa. Otro zumbido que al principio sonó débil como un ronroneo y fue ganando intensidad con rapidez.
Nataly se giró pues provenía del tren y al mirarlo bien comprobó que temblaba.
Unos pasos apresurados desde el otro lado de las puertas la distrajeron en el instante en que el tren volvió a ponerse en marcha con un lastimero chirrido. Y Nataly se encontraba tan cerca que cuando la maquina pasó por su lado la empujó en un costado. No demasiado fuerte, pero lo bastante como para hacerla perder el equilibrio, ya que no estaba atenta.
Nataly soltó un grito por la sorpresa y cayó. Le dio tiempo a cerrar los ojos imaginando el impacto sobre el suelo pero fue mucho peor. Su espalda chocó contra un borde y se dobló hacia atrás, aterrizando sobre algo blando al principio, como una cama elástica, hasta que se hundió más y más mojándose la espalda y parte de las piernas. Al abrir los ojos lo vio todo borroso… y verde.
-Oh no…- murmuró asqueada. Sus manos tocaron el fondo de ese gelatinoso barreño, que no le hizo falta ver para saber lo que contenía.
Los pasos llegaron y se detuvieron frente a ella.
-Nataly ya funcio…- la voz de Matt se cortó y cuando ella levantó la vista se topó con una mirada azul de incredulidad que no duró apenas nada antes de que su dueño estallara en carcajadas.
Nataly suspiró con una mueca de derrota. Ni siquiera intentó salir del moco verde, en realidad, lo que quería era hundirse del todo en él y no volver a salir.
Nunca.

Σ                                                                    Σ                                                        Σ

<<Hola mamá.
Siento haberos preocupado y no responder al teléfono cuando me llamabais. También siento haberos dejado colgados esta mañana y el modo en que me he puesto con el asunto de los papeles. Sé que lo hicisteis con vuestra mejor intención. Creo que deberíamos hablar de ello con calma más tarde pero, quiero que sepáis que he decidido no firmar los papeles y quedarme en Irlanda.
Nos vemos en casa.
Nataly. >>
Pulsó enviar y el mensaje partió. Imaginó que su madre entraría en cólera en cuanto lo leyera y que la llamaría de inmediato para intentar hacerla cambiar de opinión, así que apagó el móvil y lo guardó en su bolso.
Éste y el osito se habían salvado de la marea viscosa verde gracias a que los había dejado en el vagón del tren antes del incidente. Y había sido casi lo único en salvarse… sus piernas, el vestido, la chaqueta; todo estaba empapado y teñido de un verde moco repugnante. Y aún no se había atrevido a mirar su pelo.
-Por favor- susurró alzando la mano.- Por favor- Se palpó la cabeza y fue bajando lentamente, introduciendo los dedos entre sus cabellos secos, hasta que se encontró con una punta húmeda y viscosa.- ¡No!- masculló. Se cogió las puntas para verlas mejor y efectivamente, su tono rojizo había desaparecido ¡Era verde!
Aún no se había recuperado cuando la puerta de la caseta se abrió y Matt apareció. Se miraron unos instantes y aunque fue evidente el esfuerzo que el chico hizo, no logró sostener su risa más de un par de segundos.
Nataly se soltó el pelo y se cruzó de brazos con una mueca de fastidio. Entrecerró los ojos esperando, pacientemente a que Matt dejara de reírse, pero por más minutos que pasaban, las carcajadas no cesaban. Ni si quiera cuando le vio sujetarse el estomago dolorido.
-¡Bueno, ya está bien ¿No?!- se quejó ella con voz firme y él dejó de reír.- ¿Cuánto tiempo más pensabas reírte de una pobre chica convaleciente que se ha caído en un tanque de asqueroso moco verde?-
Las carcajadas comenzaron de nuevo y Nataly se irritó aún más.
-¡Pero, no, lo, cuentes así, Nat! ¡Es buenísimo!- consiguió decirle casi sin respiración. Le tendió una toalla al tiempo que se limpiaba las lágrimas.
Nataly la aceptó porque no quería pasarse lo que le quedaba de noche cubierta de moco verde, pero al secarse el pelo no le dirigió ni una sola mirada.
Se quitó la chaqueta pues se había llevado la peor parte. Por mucho que pensara lavarla una y mil veces, era irrecuperable así que la echó en una papelera.
Aquella caseta era el doble de grande que la de la noria y por eso, después del “incidente”, Matt la había llevado allí y él había regresado para poner las cosas en orden. Nataly no sabía si había logrado solucionar los problemas del tren ni le importaba, la verdad.
Matt se sentó frente a ella, aún demasiado sonriente.
-Bueno… ¿Cómo te las has apañado para caerte dentro del barreño?- le preguntó.
La chica terminó de recogerse el pelo en un moño que ocultara sus nuevas mechas verdes y comenzó a secarse los brazos.
-Tu tren del terror cobró vida de repente e intentó atropellarme- le respondió.
-¿Le echas la culpa al tren?-
-¡Te la echo a ti!- aclaró ella.- Todavía no puedo creer que me haya pasado esto. Incluso después de todo lo anterior, esto ya es…- agitó la toalla con ira hasta que pensó en el aspecto cómico que debía tener.
Pero Matt no se rió, en lugar de eso, le hizo un gesto sin importancia con un brazo en el que llevaba un enorme tatuaje que desaparecía bajo la manga remangada de la sudadera.
-No es para tanto.-
-¡No, claro que no!- Nataly se miró las piernas y comprobó que el moco le cubría hasta los tobillos.- Esto es asqueroso. Y ojala pudiera decir que es lo más humillante que me ha pasado hoy.-
-¿Quieres que hablemos de cosas humillantes?- Esta vez fue Matt quien se cruzó de brazos y Nataly se dio cuenta de que en realidad llevaba los dos tatuados de forma similar.- Deja que te cuente una historia que se titula: <<El día en que conocí a Nate>>.-
<<Fue a mis 15 años. Íbamos al mismo instituto, pero yo iba un curso por delante que él.
Un día, llevaron a nuestras clases de excursión a los acantilados de Wicklow y yo tuve la suerte (y también la desgracia) de sentarme a su lado en el autobús. Durante el trayecto de ida a la excursión no es que habláramos mucho, pero en el viaje de vuelta, yo estaba a mi bola, escuchando música en mi ipod cuando ese enano insufrible me vomitó encima.>>
-¡Ah!- exclamó Nataly, recordando- ¡Esa era la excursión del autobús mal ventilado!-
-¿Te lo ha contado?- preguntó y ella asintió.- ¡Se lo cuenta a todo el mundo! ¡Como si se sintiera orgulloso el muy imbécil!- Matt sacudió la cabeza.- ¡Total! Que me llenó las zapatillas y la mochila con su pota… ¡Un desastre!-
Sólo con imaginárselo Nataly sintió un escalofrío de asco.
-¿Y qué te dijo? ¿Se disculpó?-
-¡Oh sí! Claro que se disculpó. Sus palabras exactas fueron: “Lo siento tío… estas cosas pasan”.-
Parecido a lo que le había dicho a ella. Nate no había cambiado demasiado en esos años.
-¿Y cómo acabasteis siendo amigos después de eso?-
-Cuando el autobús nos dejó de nuevo en el instituto ya no pude librarme de él.- siguió Matt.- Me siguió todo el día, empeñado en ayudarme a limpiar todo lo que había echado a perder. Y mientras estábamos en ello, descubrió mis baquetas. Entonces fue cuando me empezó a hablar de su grupo y sus amigos. Al menos cinco o seis veces le mandé a paseo antes de acceder a que me presentara a sus colegas, pero al final Tom y Jack me cayeron bien y me uní al grupo.-
Matt le cogió la toalla de las manos y se la llevó.
Menuda historia… era sorprendente que alguien acabara siendo tan amigo del tío que le vomitó encima. Bueno, ese tío era Nate, y Nate no era cualquiera, ella lo sabía bien y casi tenía que agradecer haber vomitado delante de él y no de cualquier otro que se lo hubiese tomado peor.
En un rincón de la caseta había una fila de taquillas en las que Nataly ni siquiera había reparado. Matt abrió una y arrojó la toalla al fondo, para después sacar una abultada sudadera negra parecida a la que llevaba.
-Será mejor que te pongas esto o pescarás un resfriado cuando salgas fuera- le dijo entregándole la prenda.
-Gracias- Era tan enorme que le pareció una especie de manta con mangas. En la parte de atrás tenía un dibujo grotesco de una chica que intentaba salir de una cama, con el pánico afeando sus rasgos. Por encima de ella flotaba el terrorífico rostro desfigurado de un hombre que extendía sus afiladas garras plateadas hacia ella.
-¡Pesadilla en Elm Street!- exclamó Nataly, reconociendo la escena.- Me encanta esta película.-
Matt sonrió con alegría ayudándola a ponerse la descomunal prenda.
-¡Y a mí! Bueno, la antigua, no el cutre remake que hicieran hace unos años.-
-¡Lo sé! Era horrible ¿A quién se le ocurriría?-
-A algún idiota, supongo-
-Un idiota sin nada qué hacer-
De pronto, los dos se miraron y sonrieron a la vez. Había un brillo especial en sus ojos, como de reconocimiento.
-Vaya…- murmuró él, sorprendido.- Esto mola. Me alegro de que por fin vayamos a tener en el grupo a alguien con un gusto cinematográfico decente.-
<< ¿En el… grupo? >> No era el primero de los chicos que parecía dar por hecho que Nataly ya era considerada un miembro más de la peculiar familia de Reward. Por primera vez, se atrevió a imaginar lo que sería pertenecer a un grupo de amigos como ése y su sonrisa se ensanchó.
-Bueno Nat, está siendo muuuuuuy divertido- dijo Matt con una mano en el pomo de la puerta. Su voz aún arrastraba burla, pero lo ignoró.- Por desgracia y sintiéndolo mucho, tengo que volver a poner en marcha este trasto para toda la gente cabreada de ahí fuera.-
Sí, recordaba esos rostros enfurecidos.
-Así que me echas ¿No?-
-Verás, si no fueras un imán de accidentes podrías quedarte- La chica se hizo la ofendida, y él siguió como si nada.- Pero no me atrevo a tenerte por aquí cuando voy a estar trasteando con potenciales peligros para ti como cables, herramientas o… un escalón.-
-¡Eh! ¡Que yo no soy torpe!- se quejó Nataly.- En realidad, es sólo una cuestión de mala suerte.-
Matt fue a decir algo más, pero se contuvo con una sonrisilla sabihonda y los ojos entrecerrados.
-Vale- dijo solamente.- De todos modos, ahora entiendo un poco mejor porque Tom no quería que te quedaras sola. Así que te llevaré con Zonc.-
-¿Quién es Zonc?-
-Un amigo nuestro. Es el primero de todos en terminar. Su turno acaba en 15 minutos.-
Otro amigo más, quizás un nuevo miembro de Reward. Después de haber conocido a los demás, la perspectiva de este nuevo chico le provocaba curiosidad y emoción. Aunque no podía evitar pensar que el modo en que había ido pasando de uno a otro era un poco… ridículo. ¿Por cuantos más “cuidadores” tendría que pasar? En lugar de eso, preguntó:
-Oye ¿Cuántos miembros tiene Reward?-
Matt abrió la puerta de la caseta.
-Somos cinco-
Salieron juntos de vuelta a la noche, y al frescor que había quedado tras la lluvia y comenzaron a caminar.
Así que cinco. Tom, Jack, Nate, Matt y el tal Zonc. Al menos suponía que Zonc sería el quinto componente de la banda.
Mientras atravesaban el parque una vez más, Nataly no dejó de preguntarse cómo sería. ¿Sería tan encantador como Jack? ¿Tan divertido como Nate? ¿Directo como Matt? ¿O sería como Tom? Tan… tan… Nataly sintió un hormigueo en el estomago al pensar en él y no hallar el modo de describirle.
Fuese como fuese ese Zonc, lo más probable es que tuviera algo peculiar como sus amigos.

6 comentarios:

  1. Yupiiiiiiiiiiiiiii soy la primera jajaja^^
    NO ME PUEDO CREER QUE LE HAYAS HECHO ESO A LA POBRE NATALY!! Quiero decir, ya ha tenido un accidente en los coches, ha vomitado en el carrusel, y ahora el tren casi la atropella y se cae dentro de un tanque lleno de repugnante líquido verde? ¿Qué ha hecho la chica para merecer eso?
    Jamás imaginé que pudiera pasarle...bueno, pensé quizás el tren se pone en marcha a toda velocidad con ella dentro, o el zombie tirado en el suelo se levanta con algún tipo de mecanismo y la asusta, incluso Matt aparece por sorpresa...pero nunca, nunca, que se caería dentro del barreño XDDD.
    Y el malo de Matt, que no podía aguantarse la risa, me compadezco también de él, es difícil no reír en este tipo de situaciones! Definitivamente, Nataly es un imán de los accidentes. Y la historieta del autobús mal ventilado...no había olvidado lo orgulloso que es Nate, incluso de su vómito. Pobre Matt jajaja.
    Por cierto, grande Nataly! Al fin ha hecho lo que tenía que hacer, ha plantado cara a su madre, bueno, más bien ha plantado pantalla, pero ha hecho lo correcto. Es que los chicos de Reward hacen milagros...
    Y ahora toca Zonc! We, ya tengo ganas de conocerle más a fondo, a ver qué accidente provoca esta vez. Antes de acabar una cosa...¿soy yo o se ha producido de nuevo esa conexión entre estos dos de la que te hablaba en el capítulo anterior! Ese momento de peli de Pesadilla en Elm Street...y él le deja su sudadera...
    TOM, VEN YA CORRIENDOOOOO!!!!!
    Jajaja, aish, veo que esto está llegando a su fin....¿cuándo nos deleitarás con la continuación? Como siempre, enhorabuena por este pedazo de historia :D. Desde que comenzó ha ido enganchando más y más y ahora que se aproxima el final la intriga está al 100%.
    Nos vemos pronto buscadora!

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  2. ¡Eh, vuelves a ser la primera! jajaja ¡Enhorabuena! (aunque tendré unas palabritas con mis otros buscadores que me han abandonado).
    Eh, eh, eh, eh, eh, espera, eh... yo no lo he hecho nada a Nataly ¡Ha sido el tren! No, ¡Ha sido Matt! Yo no he tenido nada que ver... además Nataly, con todas las cosas que le han pasado ya podría estar un poco más alerta, si ves que el tren vibra ¡Apartate! ¬¬ En fin, sé que le han pasado muchas desgracias, pero esta conociendo a cinco chicos super guapos, super encantadores, super divertidos.... y a Nate, así que no veo porque no va a tener que soportar alguna que otra metedura de pata.
    La verdad es que ni siquiera sé como se me ocurrió lo del barreño de moco verde... ¿Inspiración?
    Aysss este Matt... se rió sí, es verdad. Es que tú imaginate la escena!!! Además que el tb pasó lo suyo con Nate en el pasado. Cuando me imagino a estos dos, los veo tan diferentes y a la vez tan unidos, que necesitaba algo que los uniera de verdad desde el minuto uno, y que fuera gracioso, porq así es todo en lo que Nate mete su gran nariz, jajaja.
    Claro que Nataly planta cara, pantalla o lo que sea. No iba a dejar que se marchara a Brasil justamente ahora ¿No?
    Sí, es el turno de Zonc ¿Qué te imaginas de él? Pronto le conoceremos a él, su aspecto, su personalidad, la atracción que guarda... y a lo mejor esta vez no hay accidentes... o sí.
    Sí que ha sido un momento extraño cuando lo de la pelicula... ¡Espera! Creo que Tom te ha oido y ya se acerca corriendo, a toda velocidad. Jajaja
    Si puedo subiré una de las ultimas pistas visuales que me quedan.
    Me anima mucho ver que esta historia le sigue interesando a alguien, así que aquí seguiré, contando lo que pasó tal y como ocurrió.
    Hasta la proxima visita, señorita Inestable.^^

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  3. Dios mio no quiero pensar que mas le puede pasar a esta chica!! jolines caerse en el barreño...me da repelus solo de pensarlo.
    Muy valiente mandando el mensaje a sus padres, creo que estos chicos le van a dar el valor para enfrentarse a ellos.
    Como le gusta Tom...a mi también.
    hasta la próxima.
    chaoo

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  4. jAJAJAJA
    Si que da repelus ¿Verdad? y encima se rien de ella ¡Que fuerte! pero como bien has dicho, ha sido muy valiente ¿Habrá sido el moco? Lo mismo le ha dado valentía de algún modo.
    Nos vemos pronto y gracias por comentar!

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  5. Ay Nataly si es que no miras por dónde vas?!?
    Pobre mujer solo le faltaba llenarse de moco verde!!
    La reacción de Matt es lo más normal del mundo, yo tampoco hubiera podido evitar reírme de ella debió de ser todo un espectáculo. Un fuerte abrazo buscadora...

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  6. No mira, no mira, si es que va como loca... luego se enfada cuando nos reimos pero si es que... mira que yo soy despistada y voy distraida todo el tiempo, pero un barreño de moco verde lo veo y lo esquivo.
    En fin, tampoco nos cebemos con ella que lo esta pasando bastante mal, jajaja.
    Otro abrazo para ti, Rudimara ^^

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