¡Buenas noches, buscadores! ^^
¿Os pillo cenando? Sólo me paso muy rápidamente por aquí para, en primer
lugar, agradecer a los que seguís leyendo Noches de Feria y seguís comentándola, a pesar de mi espantada prolongada
por Navidad. ¡Gracias! Sin vosotros este blog no sería un blog. Bueno, sí lo sería,
pero muchísimo más aburrido.
Y por supuesto, os traigo un nuevo pasaje de nuestra historia ^^. Os he
notado preocupadillos por el viaje de Nataly en tren, así que aquí os cuelgo su
travesía por el túnel del terror.
Estoy deseando conocer vuestras opiniones.
Hasta pronto, buscadores ^^
El
aspecto de aquel trenecito no era, lo que se dice, demasiado
tranquilizador. Era viejo y tenía sospechosos arañazos sobre la pintura que
decoraba los laterales de los vagones, con escenas de brujas y monstruos de
cuentos infantiles.
-Dime Nat ¿Te gusta el terror?- le preguntó Matt
cuando ella llegó ante la puertecita del vagón.
-Sí, me encanta el terror... pero estos trenes no
suelen dar mucho miedo- contestó. Intentó abrir la puerta pero estaba atascada.
<<Claro que éste tiene el suspense añadido
de no saber si se mantendrá de una pieza todo el trayecto.>>
-Bossy es quien debería encargarse de hacer esto
más aterrador, pero le pone más empeño a peinarse- soltó Matt con frustración.
Ayudó a Nataly a pasar por encima de la puerta y ésta se acomodó en el asiento.
-¡¿No hay cinturones de seguridad?!-
-¿Cinturones de seguridad? ¿Va en serio? Es un
tren del terror...-
-¡¿Y qué?!-
-No lo sé. Bossy dijo que no eran necesarios-
Los malos presagios que la venían siguiendo toda
la noche dieron una nueva voz de alarma, y ella, una vez más, los ignoró.
Se agarró con fuerza a la barra que tenía delante
y el chico a su lado se rió entre dientes.
-¡Ni siquiera nos movemos aún!-
-¡Hoy he tenido un accidente absurdo tras otro!-
intentó justificarse ella, pero eso le hizo más gracia todavía a su
acompañante. Así que Nataly se cruzó de brazos sobre el osito de peluche de
Tom.- Oye Matt ¿Tú también tocas en el grupo de Tom, Jack y Nate?-
-Ah ¿Te han hablado de él? ¡Pues sí! Tienes ante a
ti al batería de Reward- respondió con orgullo. Y de nuevo, apareció ese brillo
especial que se había apoderado de las miradas de sus amigos siempre que les
peguntaba por la música.- Aunque también estoy estudiando ingeniería a
distancia... por eso Bossy me usa como mecánico para las atracciones- Apoyó los
pies en la barra recostándose sobre el asiento en posición relajada.- ¿Y tú qué
haces?-
-Pues yo… terminé de estudiar periodismo hace unos
meses y…- Nataly hundió las cejas y la mirada de forma inconsciente.- Supongo
que no hago nada.-
-Estarás deseando empezar a trabajar como
periodista ¿No?-
Al intentar asentir con la cabeza algo en su
cuello se lo impidió y acabó doblándolo hacia un lado, en un gesto ambiguo de
vacilación que, por su expresión, Matt no entendió.
-¿Qué ha sido eso?-
-Claro que quiero, yo… ¡A mí me encanta escribir!
Y me encantó todo lo que aprendí durante la carrera-
Matt entrecerró los ojos incorporándose despacio
hacia ella.
-Es sólo que aún no ha surgido nada- añadió ella
para finalizar.
-Entiendo-
Algo interrumpió la conversación. Dan, el
desaparecido, apareció igual de inexplicablemente, pero con el rostro ensombrecido
por la vergüenza y el arrepentimiento.
-¡Hombre! ¡Qué honor!- exclamó Matt con sarcasmo
al verle llegar.- ¡Qué ilusión tener entre nosotros a semejante prodigio del
escapismo!-
Dan bajó la mirada, fastidiado.
-He tenido una llamada urgente, Matt-
-Tus llamadas urgentes coinciden siempre con las
broncas de Bossy- Ante tal reproche, Dan no supo que decir, así que Matt
decidió olvidarlo con un resoplido.- ¡Déjalo! Voy a hacer una prueba, de modo
que pon la maquinaria en marcha y no te separes del walkie talkie- le dijo.-
¡Yo no se te ocurra largarte si Bossy vuelve a aparecer!-
-Está bien- aceptó el chico.
Mientras se alejaba hacia los controles de la
atracción, Matt no dejó de sacudir la cabeza.
-Compañeros de trabajo… Tienes que soportarlos y
no puedes elegir al que te toca- comentó.- Son como la familia.-
-Y que lo digas- se le escapó a Nataly justo
cuando el tren se ponía en marcha. Tuvo un arranque muy prometedor pero el
primer problema no tardó en presentarse: la locomotora se movía sobre los raíles
a una velocidad tan lenta que casi iba hacia atrás.
-¡Oh, mierda!- Matt sacó una libreta y un
bolígrafo del bolsillo de su sudadera.- “Para revisar. Nº1: Velocidad
anormalmente baja”.-
-A mí me gusta así- opinó Nataly sintiéndose más
segura. Incluso apartó las manos de la barra de seguridad.
Sólo un par de metros les separaban de las enormes
puertas colgantes del castillo, pero al tren le llevó varios minutos
atravesarlas. La falsa locomotora de madera que iba en cabeza las empujó para
adentrarse en el interior de la atracción y como el vagón en el que iban
montados era mucho más estrecho, cuando las puertas se soltaron estuvieron a
punto de golpearles en la cara.
-“Nº2: Las puertas de entrada no se abren. Sensor
averiado”- redactó Matt.
Ante ellos comenzaba un amplio túnel en penumbra.
La oscuridad no era total gracias a unas diminutas bombillas que asomaban por
la pared donde había pintados unos candelabros.
Avanzaban lentamente sobre los raíles en dirección
a la primera curva. No estaba muy lejos, aunque a la velocidad que iban, a
Nataly le pareció el horizonte que se aleja cada vez que das un paso.
-Hablando de soportar a la familia…- comenzó a
decir Matt.- ¿Sabes? Yo tuve bastantes problemas con mis padres cuando les
conté lo de este trabajo y lo de Reward.-
-¿Y eso por qué?-
-Pues porque ellos quería que fuera a la
universidad en exclusiva y que me concentrara en eso. No querían que nada me
distrajera.-
Alcanzaron la curva, pero sólo para toparse con
otra considerable cantidad de pasillo. Al fondo de éste, vieron unas puertas
colgantes como las de la entrada.
-¿Y tú no querías ir?- preguntó Nataly.
-Pues si te digo la verdad, con 18 años no lo
sabía. Estaba muy confuso…- respondió. Sí, ella sabía mucho sobre confusión
crónica.- Por un lado quería y por otro no. Cuanto más lo pensaba, más me daba
cuenta de que también quería hacer otras cosas. Estaba seguro de que quería
intentarlo con la música y… la universidad no me convencía ni la mitad que
eso.-
-¿Y por qué crees que era?-
-Ahora creo que el único motivo que me impulsaba a
hacer la carrera eran mis padres- explicó.- No quería darles un disgusto, ya
sabes, cosa que acabé haciendo.- admitió con pesar, aunque después sonrió.- ¿Y
sabes qué? No fue para tanto.-
-¿No lo fue?- preguntó ella, sorprendida.- ¿No se
enfadaron? ¿Ni se sintieron decepcionados?-
-¡Pues claro que se sintieron decepcionados!-
respondió como si acabara de preguntarle algo absurdo.- ¡¡Uff!! ¡Menuda me
cayó! Pero se les pasó antes de lo que yo creía y tuvieron que aceptar mi
decisión. Las broncas de los padres no son tan horribles como te las imaginas.-
Bueno, eso dependería de los padres… Matt no tenía
ni idea de las broncas que le habían caído a ella tan sólo por dudar antes de
decidirse. No podía ni imaginar cómo se pondrían si no elegía lo que ellos
querían. Y no lo podía imaginar, porque ella siempre hacía lo que le decían.
Atravesaron las puertas colgantes que sí se
abrieron e hicieron que Matt sonriera, aunque el tren renqueó un poco antes de
entrar en la nueva habitación ( “Nº3: Raíles en mal estado o demasiado
sucios”).
El túnel mostraba ahora una especie de bosque
encantado. Había una gran luna en la parte más alta rodeada de lucecitas que
debían ser estrellas. También había todo tipo de animalillos y duendecillos
macabros dibujados sobre las paredes y los árboles de madera movían sus ramas
desnudas y afiladas por medio de un mecanismo. Al verlos, Matt chasqueó la
lengua.
-“Nº4: los árboles se mueven como octogenarios
aplaudiendo en el bingo”- anotó con diligencia.- “Nº5: Los sonidos aterradores
suenan absurdamente bajos”-
Nataly ni siquiera se había dado cuenta de que se
oyera algo. Prestó atención y captó un búho ululando, un fuego crepitando y,
tal vez, el rugido de un animal; todo mezclado sin orden ni sentido.
Matt dejó su libreta por un momento y miró a la
chica con cierto interés.
-Y dime… ¿Qué tal es tu familia?- preguntó. Nataly
desvió la vista antes de darse cuenta, era un gesto reflejo en ella ante
preguntas así.- Tú también tienes problemas ¿Eh?- Ella asintió.- Me lo he imaginado
antes por tu comentario.- Matt esperó, pero la chica siguió sin atreverse a
hablar.- ¡Vamos, Nat! Yo te he contado mis penas familiares con confianza. ¿Las
tuyas son parecidas o van de otro palo?-
Como siempre, su cerebro ya estaba buscando alguna
excusa que le permitiera abandonar ese tema. Pero ¿Tenía que hacerlo esta vez?
Él le había contado cosas íntimas, así que ¿Por qué no hablar un poco de sí
misma tan sólo por una vez?
-Pues… se parecen bastante a los tuyos- dijo. El
corazón se le aceleró al pronunciar esas palabras. No, estaba decidida a vencer
el pánico a hablar sobre sí misma.
-Cuéntame- la animó el chico.
-Bueno, yo…- respiró hondo. ¿Por dónde empezar?
Nunca había hablado de esto. Algo le dijo que lo mejor era soltarlo sin pararse
a pensar en las palabras.-… ya te he contado que hace unos meses que terminé la
carrera y aún no he encontrado trabajo. Este tiempo lo he usado para escribir y
sobre todo, para intentar descubrir qué es lo que quiero hacer a partir de
ahora y me… me he dado cuenta de que no tengo las cosas tan claras como creía.-
-¿Te refieres a lo de ser periodista?-
-Me refiero a todo en general-
-Pero eso es normal ¿No? Nos pasa a todos alguna
vez- opinó Matt esquivando una rama móvil que casi le saca un ojo.- ¿Quién sabe
a nuestra edad lo que va a hacer con el resto de su vida?-
-Mis padres- respondió ella automáticamente.-
Cuando ellos tenían mi edad ya tenían planeada toda su vida. Nunca conocieron
el terror que te invade cuando te sientes perdida.- No quiso que sonara así pero
minúsculas partículas de rencor tiñeron sus palabras.- Y por eso creen que yo
también debería saberlo ya.-
-No me lo digas… ¡Para ayudarte a descubrirlo no
dejan de decirte lo que tienes que hacer ¿verdad?!-
De pronto, se oyó una estridente carcajada femenina
y gastada que resonó a través del túnel.
Nataly dio un bote por la sorpresa. Abandonaban el
bosque en pos de una nueva sala.
-Las últimas semanas no han parado de repetirme
que si no consigo un trabajo, debería seguir estudiando. Me comentaron algo
sobre unos másteres de periodismo, me dejaban notitas con páginas webs sobre el
tema por todas partes…-
-¡Menudo acoso!- exclamó Matt.
A continuación del bosque, había un cementerio
también encantado, con viejas lápidas de cartón piedra.
Parecía el decorado de broma de un parvulario.
-Hoy, mientras comíamos, me han puesto sobre el
plato una solicitud para un máster de periodismo deportivo que tendría que
hacer en Brasil- le contó Nataly.
-¡Vaya, Brasil! ¿Y querían que la rellenaras sin
haberte consultado?-
-Era para que la firmara- le corrigió.- Ellos ya
la habían rellenado por mí. Sin siquiera preguntarme si me interesaba... de no
haber necesitado mi firma, lo habrían enviado sin más.-
-¡Madre mía!- Matt parecía perplejo y Nataly
supuso que sus padres nunca habían llegado a semejantes extremos.- Pero ¿Qué
hiciste? ¿Firmaste?-
Nataly se removió en el asiento, el malestar que
había sentido en el restaurante estaba regresando tan sólo con recordarlo.
-Les dije que necesitaba pensármelo- dijo ella.- Y
no tienes ni idea de cómo se pusieron. Se enfadaron muchísimo.-
-¿Por qué?-
-¡No lo sé!- A Nataly se le escapó un chillido. Y
otro más cuando, al pasar junto a una tumba abierta, un esqueleto se asomó de
repente a su lado.- Ellos siempre se ponen así cuando no sé qué decisión tomar
en el mismo instante en que me lo plantean. Esperan que sea súper decidida y
que no dude de nada. Porque en realidad esperan que piense como ellos en todo.
Entonces empezaron a insistirme en que firmara, a repetirme a gritos que era una
gran oportunidad… ¡No querían hablar de nada más! Así que en cuanto pude, me
largué.-
En ese momento, oyeron unos bramidos. Al fondo del
cementerio había un muñeco de tamaño real disfrazado de zombie tirado en el
suelo.
-Genial… “Nº6: el zombie se ha caído otra vez”-
Matt sacó el walkie talkie.- ¡Eh,
Capitán América! El zombie ha vuelto a caerse. Cuando puedas ven a colocarlo en
su sitio.- Y lo apagó sin esperar respuesta. Después, se volvió hacia Nataly.-
¿Tú quieres ir, Nat?-
Se repitió el gesto extraño con la cabeza y el
cuello.
-No lo sé… supongo que es lo que tengo que hacer
y… estaría bien… ya sabes, un sitio nuevo y gente… desconocida que no habla mi
idioma…- contestó. Matt no cambió su expresión como si esperara algo más
convincente.- No es que no me apetezca, es sólo que… no lo sé.-
-Natalyyyyy- alargó la última sílaba con
impaciencia y eso la puso aún más nerviosa.
-De verdad que no lo sé-
-¿Seguro?-
El corazón la palpitaba como esa mañana y notaba
calambres en el estomago.
-Sí…-
Matt la miró seriamente, más de lo que lo había
hecho hasta ahora y por un instante la hizo sentir la misma angustia que cuando
su padre o algún profesor la miraban así.
-¿Estás completamente segura de que no sabes si te
apetece ir?- arrastró cada palabra sin apartar sus ojos de ella y Nataly
contuvo la respiración mordiéndose el labio inferior hasta que ya no pudo
soportarlo.
-¡No! ¡No! ¡No!- gritó- ¡Claro que no quiero ir!
¡Me parece un plan horrible! ¡Yo no quiero dejar Irlanda! ¡Y mucho menos para
irme a Brasil a estudiar un máster de periodismo deportivo! ¡¡Deportivo!! ¡Si
ni siquiera me gustan los deportes! No sé de dónde se han sacado la absurda
idea de que quiero gastar otros tres años de mi vida estudiando algo así.-
Después de semejante discurso, Nataly se desinfló
literalmente sobre el asiento. Creyó sentir el eco de un nuevo dolor de cabeza,
pero lo que sintió fue una profunda relajación que refrescó todo su cuerpo.
Cuando volvió a mirarle, Matt le respondió con una
sonrisa.
-Vaya, lo tenías más claro de lo que pensabas
¿Eh?- le dijo.- ¿Por qué no se lo dijiste a tus padres así?-
No necesitó pensar demasiado esa respuesta, y como
le venía pasando esa extraña noche, lo soltó con relativa facilidad.
-Supongo que por miedo.-
-¿Temes que se enfaden contigo?-
-Sí, pero no sólo eso- Nataly sacudió la cabeza y
vio por el rabillo del ojo al zombie del suelo. Lo pasaron de largo para
recorrer una nueva sala.- Durante toda mi vida, mis padres han tomado por mí
todas las decisiones. Nunca me han dejado decidir y cuando me hice mayor,
siempre conseguían que hiciera lo que ellos querían. Me he acostumbrado tanto a
hacer lo que me mandan que me da miedo hacer lo que yo quiero y equivocarme.-
-¡Cómo si los padres nunca se equivocaran!- Matt
arrugó la nariz, quizás por la conversación o quizás por los espesos vapores
que inundaban la nueva sala.- ¡Dioses, qué horror! “Nº7: La sala de los
calderos parecer un fumadero de opio en rebajas”-
-Mi madre siempre me está presionando- continuó
Nataly.- Quiere que sea como ella en todo. Porque ella, al parecer, siempre
sabe lo que hacer, ni duda ni teme nada. Nunca ha querido aceptar que soy
diferente a ella, que yo necesito más tiempo para estar segura y tomar mis
decisiones.-
-Así son los padres, Nat- dijo Matt.- Creen que
tomando por nosotros todas las decisiones nos ayudan, cuando lo único que
consiguen es hacernos sentir unos inútiles. En el fondo creo que lo que
intentan es mantenernos niños para siempre para no tener que disculparse cuando
la cagan.-
A pesar de la forma, las palabras de Matt eran muy
sabias. Resultaba extraño que alguien con el pelo rosa y que soltaba
maldiciones al tiempo que escribía otra cosa en una carpeta tuviera tanta
razón. En ese tema concreto parecía saber muy bien lo que decía.
O tal vez fueran las consistentes nubes de vapor
que salían de los tétricos calderos repartidos por la sala. Lo único que Nataly
veía de ella era esa niebla pegajosa y calientes ollas que contenían un grumoso
moco verde. No fue capaz de adivinar qué representaba todo eso.
-Tienes que decírselo, Nat- le dijo Matt tras unos
instantes de silencio.- Debes decirles lo que realmente quieres hacer y cuanto
antes mejor.-
-Es que todavía no sé que quiero hacer con mi
vida, Matt.-
Y ese podía ser el problema. El autentico origen
de la inseguridad que la paralizaba. ¡No sabía lo que haría con el resto de su
vida! Casi al mismo tiempo que lo descubrió, su mente quedó liberada de la
incertidumbre y en su lugar apareció una nueva pregunta: ¿De verdad necesitaba
saberlo ya? Las palabras que Jack le había dirigido en los coches de choque
volvieron a su mente y cobraron un nuevo sentido.
-No importa si no sabes aún lo que quieres hacer,
Nat- comentó Matt, como si intentara ayudarla a despejar la incógnita.- Al
menos sabes lo que no quieres hacer: ir a Brasil. Eso es lo que debes decirles.
Y has de hacerlo con firmeza para que no puedan convencerte de que te
equivocas.-
Tenía razón… ¡Toda la razón! Era tan obvio que
ella sola debía haber llegado hasta esa conclusión. Y a pesar de estar casi
totalmente segura, aún había una Nataly insegura y asustada en su interior que
discrepaba, aunque cada vez era más diminuta.
-¿Qué pasa si tomo la decisión equivocada?-
preguntó. Matt apoyó el brazo en la barra, con una cierta despreocupación
reconfortante.
-La única decisión equivocada será la que no tomes
por ti misma- respondió. Justo antes de que un chorro de vapor le bañara el
rostro y se le metiera en la boca y por la nariz.- ¡Oh, mierda! ¡Pero qué
asco!- Y lo acompañó de gruñidos furiosos que sólo cesaron cuando el tren se detuvo.-
¡¿Qué demonios pasa ahora?!-
-¿No tendría que parar?-
-¡Hasta que no estemos fuera de nuevo, no!- sacó
su libreta y anotó, apretando tanto el boli que Nataly creyó que atravesaría el
papel.- “Nº 8: El tren muere a mitad de recorrido”.-
Dejó la libreta y lo demás y de un salto, salió
del vagón para inspeccionar los raíles: por desgracia lo único que iluminaba la
estancia eran unas barras de fluorescente violeta del techo. Lo intentó con la
linterna pero tampoco le sirvió.
-Voy un momento fuera a dar las luces- le
informó.- Tú quédate aquí sentada. No tardaré nada.-
Matt salió corriendo por el hueco por el cual el
tren debería haber continuado, siguiendo los raíles por la oscuridad.
hola buscadora, bueno ya sabemos que le pasa a Nataly...jolin a Brasil no había otro sitio mas cerca.
ResponderEliminarAl final se a desaogado con Matt yo pensé que lo haría con Tom pero bueno la verdad es que estos chicos te dan confianza para hablar...veras como entre todos la dan la confianza que la falta para hablar claro con sus padres.
Veremos como acaba el viajecito en el tren y la han dejado sola miedo me da.
chaoo
Hola!
EliminarYa ves, hija mía. ¡Brasil! Nada menos... a alguien más se lo parece o los papis de nataly intentan librarse de ella?? Jaja, bueno... no seamos mal pensados tampoco!
Si, que dan confianza si! Sobretodo Matt que no se anda con tonterias, ademas le ves tan grande, tan alto, tan fuertote que como para no contarle nada si te lo pide así.
Jujuju, si se ha quedado sola... ya sabemos las que lia esta chica cuando se queda sola, asi que yo de ti me iría ahora mismo a echar un vistazo a la siguiente entrada. ^^
Hasta pronto y gracias por comentar.
Buenas noches!^^
ResponderEliminarAquí estoy de regreso..mi día va de ferias hoy, he pasado la tarde en el "mercado romano" que habían puesto en mi ciudad y ahora para rematar me venga a este pedazo de Parque!
Vale...definitivamente ha ganado muchos puntos para mí Matt. ¡Estudia Ingeniería! Jijiji, es lo que yo quiero hacer, soy de su equipo jajaja. Y sus palabras son tan inteligentes! En menos tiempo ha conseguido sacarle a Nataly mucho más de lo que ha conseguido Tom ¬¬.
Insisto en que tiene que espabilarse...veo una conexión entre estos dos. Aunque también hay que reconocer que después de tanta insistencia y ese ambiente oscuro es normal que la chica acabara por sincerarse, menos mal. Así que eso era lo que le ocurría a Nataly...pobre!
La verdad es que es un problema, esa presión que siente. Sus padres deberían aceptar sus decisiones de una vez y al menos enterarse de que ni si quiera le gustan los deportes!!! Además, si ya de por sí no quería irse a Brasil....¡que no esperen que se vaya ahora que ha conocido a Reward, y, ejem, ejem, a su Tom!
Que por cierto, quiero verle ya!!! Esto se ha quedado demasiado interesante....no puedo imaginar lo que le puede ocurrir a Nataly en ese tren sola T_T. Voy a ver que pasa!!
¡Buenas de nuevo!
EliminarJajaja, wowww un mercado romano, eso suena divertido ¿Había tios con casco y falditas sobre las botas de acero? Quizás era solo el vestuario de las pelis que he visto de Asterix y Obelix... en fin que me voy del tema! Me alegro de que estes descansando de tanto estudio!
Así que eres una chica de ciencias como Matt, eso esta ben, ya has visto que te puede salir curro en un parque de atracciones, un trabajo soñado. Pero tu no dejes que te exploten como a él ¡Que te hagan un contrato en condiciones!
La verdad es que sí que ha conseguido que Nataly se sincere, la chica llevaba aguantando mucho y al final lo ha dejado salir como esos vapores horribles de la sala de calderos. Lo que pasa es que Tom se la encontro en un momento muy malo (recordemos que se la encontro llorando y famelica) y no quiso ponerse pesado porque Tom es así *----* pero Matt no se detiene a pensar en esas cosas y pregunta si hay que preguntar e insiste si hay que insistir, jajaja.
Los papis de Nataly son unos PLASTAS!!! yo si fuera ella tampoco me iría, obviamente si viviera en Irlanda (Aysss, Irlanda...) No me movería de allí por nada, mucho menos después de haber conocido a este grupo de chicos tan majos!!!
mmm ¿Ande andara Tom? Jajaja, pronto volveremos a verle y como el final se aproxima, no será el único al que volvamos a ver.
Nataly sola en una atracción= DESASTRE. Pero ya lo verás!
Nos vemos pronto señorita Inestable ^^
Muy buenas buscadora!!
ResponderEliminarEstoy segura que Natal y habrá sentido un gran alivio al soltar todo eso que la estaba matando con respecto a sus padres. ¿Porqué pensaran que tienen que decidir sobre los hijos?
Es normal que mientras son pequeños los padres guiemos a los hijos por el buen camino, pero llegado a una edad, ellos son los que tienen que decidir, verdad?
Matt ha sido el único que ha conseguido hacerla hablar, eso está genial¡¡
Se ha quedado sola en e túnel del terror¡¡ Madre mía que miedo¡¡
Voy corriendo a leer otra entrada....Un abrazo¡¡
¡Muy buenas a ti también, buscadora!
ResponderEliminarImaginate el alivio que ha debido sentir, ya le iba haciendo falta encontrarse con alguien como Matt que la hecho hablar aunque no quería. Si al final lo mejor es soltarlo todo salga como salga y quedarse a gusto ^^ aunque eso es algo que le pegaría más a Nate decir, jajaja.
El tema de los padres es complicado, pero bueno, nadie nace sabiendo como criar a otra persona así que, nos hagan lo que nos hagan, no podemos enfadarnos demasiado porque no lo hacen con mala intención.
Además, seguro que después nosotros también acabaremos pasando nuestros traumas a nuestros propios hijos y así sucesivamente.
Nos vemos en la proxima parada ^^