¡Hola buscadores! ¡Feliz año 2014 a todos!
Muchos de vosotros 8 os estaréis preguntando qué ha sido de mí estas
semanas ¿Ha muerto sin contarnos el final de la historia? Siento haberos
asustado pero ¡No! Sigo viva (aunque a veces la maquina que mide mi pulso en el
gimnasio opina lo contrario) y bueno, después de estas improvisadas vacaciones
navideñas en las que he desaparecido, regreso a vosotros. Y para compensar hoy
os traigo varias cosas.
Además, ahora que me he puesto más o menos al día, voy a intentar no hacer
más espantadas de estas y ser un poco más constante con el blog, como lo era en
sus inicios cuando yo tenía tanto tiempo libre... ¡ays! Y pronto me pondré al
día también con vuestros blogs, buscadores, que también he tenido
que dejarlos un poco de lado pero aún los recuerdo ^^
En fin, doy por hecho que hará bastante que os leísteis la última parte de
Noches de Feria y probablemente ni os
acordéis de qué va. Haciendo un repasillo muy rápido... Tom volvió a buscar a
Nataly al carrusel y en medio de la tormenta, acabaron refugiándose en la
caseta de la noria (sin subir a Nataly en tal peligrosa atracción, por su
seguridad) y allí, le canta una canción súper bonita ^^ Pero después, Nataly
recibió una llamada poco "agradable" de su madre y aunque Tom insiste
en quedarse con ella (Ays Tom) Nataly se niega a causarle más problemas, así
que Tom la lleva con otro amigo a una nueva atracción.
Y ahí nos quedamos.
Bien, pues en primer lugar os traigo el video de la canción que usé en
esta parte, y que como todos sabéis, no es una canción de Reward (por eso de
que fueron todas retiradas de la red). Se
titula
I'll Be your strength también de The
Wanted. Os dejo el video con la
letra traducida para mis buscadores con severas dificultades con el inglés.
Espero que os guste.
En segundo lugar, os dejo la pista visual de la atracción a la que Tom y
Nataly se dirigen. ¿Alguien sabe de qué atracción se trata? ¿Adivináis quien
puede estar allí?
Por último, os dejo también un pequeño extracto de la siguiente parte de Noches de Feria. Espero que la disfrutéis,
volver a leer vuestros comentarios (que son lo que más me gusta) y que nos
sigamos viendo por aquí.
7.
Tom y Nataly se adentraron cada vez más en una
nueva zona del parque. A pesar de que éste había despertado del todo, el lugar
al que se dirigían parecía estar inmerso en una insólita oscuridad. Se vieron
rodeados de esa clase de atracciones que están cubiertas: túneles con barquitas
que recorren los cinco continentes del mundo representados con muñequitos de
miradas demoníacas, enormes casas de espejos que pueden realzar o enterrar tu
autoestima e incluso laberintos de cartón piedra, en principio, pensados para
niños.
También era evidente que había menos gritos y
jaleo que los territorios que habían dejado atrás y por algún motivo, muchas de
las farolas que debían iluminar su camino estaban apagadas. Y las telarañas que
las adornaban indicaban que llevaban así bastante tiempo.
Atrás quedaron las luces cegadoras y los
atronadores mecanismos de las montañas rusas. Cuando al fin se detuvieron,
Nataly ya estaba ansiosa por descubrir de qué atracción se trataba esta vez (al
tiempo que rogaba porque no fuera nada que diera vueltas). Resultó que
descubrirlo no iba a ser tan fácil.
Encajonada entre una explanada de césped reseco y
lo que parecían ser unos baños públicos fuera de servicio, había una
considerable multitud de personas formando algo parecido a un corro ordenado en
torno a la misteriosa atracción.
Al verlos, Tom frunció el ceño.
-Ha debido pasar algo...- murmuró para sí, aunque
Nataly lo oyó. La cogió con fuerza de la mano.- Vamos a intentar acercarnos.-
No se trataba de una muchedumbre enfurecida en el
sentido estricto de la expresión, pero la gente tampoco estaba contenta
precisamente. Algunos de ellos apretaban en sus manos las entradas y no parecía
preocuparles arrugarlas o romperlas. Los comentarios que se oían por todas
partes sonaban como gruñidos medio silenciados. Una vez más, sintió enfurecidas
miradas clavadas en su cogote según avanzada entre ellos, pero esta vez le dio
igual. Ni siquiera bajó la vista, sino que andando de puntillas intentó ver
algo por encima de las coronillas de la gente.
Lo único que sobresalía en el horizonte de cabezas
humanas fueron dos torres mal dibujadas sobre una enorme pared de madera; le
costó distinguir su forma picuda porque estaban pintadas en tonos grises tan
oscuros como el cielo encapotado en el que apenas se recortaban.
A cada paso que daba, quedaba al descubierto más
de aquel decorado. El dibujo se extendía en forma de castillo... un castillo
embrujado, dedujo, por la multitud de murciélagos, arañas gigantes y demás
parafernalia de terror dibujada sobre la superficie, a excepción de las
ventanas de las cuales salía un resplandor fluorescente, poco aterrador.
Consiguieron llegar hasta la primera fila
recibiendo algún que otro pisotón y codazo mal disimulado. Se encontraron ante
una escalerilla de metal y enclenque que subía hasta una plataforma con raíles.
Al fin Nataly descubrió de qué atracción se
trataba: era un tren del terror. Al menos quiso pensar que eso indicaba el
aspecto del castillo.
Y definitivamente algo iba mal con el tren, pues
éste estaba vacío y parado.
Tom la condujo hasta una escalerilla. Después de
los primeros escalones había una cadenita que cortaba el paso, aunque no tenía
mucho sentido, pues no estaba ni un palmo por encima del suelo, Nataly pensó
que podría pasar por encima sin apenas tener que levantar la pierna. Al otro
lado de la cadenita había un chaval, sentado a un par de escalones más arriba y
que jugueteaba con una linterna con aire ausente. No quedaba muy claro si no le
importaba lo que allí pasaba, o prefería ignorar el alboroto.
-¡Ey, Dan!- le dijo Tom a modo de saludo. El chico
se sobresaltó tanto que la linterna saltó de sus manos y aunque intentó cogerla
en el aire, chocó contra sus dedos y acabó por caerse al suelo. Levantó la
vista como un rayo y después, suspiró.
-¡Ufff, Tom! ¡Qué susto! Creí que eras Bossy...-
murmuró el chico.
Eso explicaba su reacción. La presencia de Mr.
Bossy era conocida y temida a lo largo y ancho de aquel parque.
-Lo siento- se disculpó Tom.- ¿Qué ha pasado?-
-El tren se ha vuelto a escacharrar- respondió el
tal Dan como si no fuera con él.- Y en el peor momento posible porque ya
habíamos vendido un montón de entradas...- Recuperó su linterna sin tardanza
mientras dividía sus miradas entre ella y Tom, como rehuyendo los rostros de
los pasajeros insatisfechos.- Ya sabes cómo es la política de devolución de
dinero de este lugar...-
-¿Política?- repitió Tom, confuso.- Bossy no
devuelve ni un céntimo de las ganancias, ocurra lo que ocurra.-
-Sí, a eso me refería-
Los rostros de enfado de la multitud estaban,
pues, totalmente justificados. Tenían la entrada para un tren que no funcionaba
y nadie pensaba devolverles el dinero. Nadie debía haberles dado la noticia
aún, por eso seguían ahí esperando y Nataly se preguntó si se lo estarían
imaginando.
-Oye Dan... ¿Dónde está Matt?- preguntó Tom
después de lanzar un par de miradas a los alrededores.
-Todavía debe estar examinando el mecanismo de los
raíles...- contestó el chico retomando su jueguecito con la linterna.
-¿Seguís usándole como mecánico?-
-Supongo que estará haciendo algo bien-
Nataly dedujo que Matt debía ser el autentico
amigo de Tom y no ese chico obsesionado con los cacharros capaces de dar luz.
Aunque lo sentía por toda esa gente que se había quedado sin subir al tren, se
alegró de que estuviera parada. Eso la aseguraba que no tendría que montar si
es que Matt aparecía.
-¿Sabes si le falta mucho? Tengo que hablar con
él- insistió Tom. El chico se encogió de hombros.- ¿Podemos esperarle contigo?-
Por segunda vez, los ojos del chico se movieron
hasta ellos con una velocidad que parecía increíble para él.
-¿Pretendes que os deje pasar a este lado?-
preguntó a su vez señalando la cadena.
-Pues sí...-
-¿Te has vuelto loco, Tom? ¡Esa gente me linchará
si ven que dejó pasar a alguien antes que a ellos!-
-Pero si la atracción está parada-
-¡Que no puedo, tío!- El chico se puso en pie,
sacando pecho y blandiendo la dichosa linterna ante sus rostros.- Yo tengo una
responsabilidad. Yo soy quien decide quien sube y quien no a este tren.-
Nataly frunció el ceño.
-Decides sobre una cadenita, no sobre la puerta
del parlamento- le soltó en un tono más duro del que pretendía. La conversación
con su madre debía haberla alterado más de lo que ella misma pensaba y notó que
Tom la miraba ligeramente sorprendido.
El chico la apuntó con la linterna.
-¿Y tú quien eres?-
-¡Ey, Tom!- oyeron una voz y los tres se giraron
hacia el otro lado de la plataforma. Un chico asomaba por el hueco por el cual
se perdían los raíles de la atracción. Tenía el rostro sucio y cargaba una
enorme caja de metal.
-¡Vaya, por fin! Te andaba buscando- le dijo Tom
con una sonrisa. El chico caminó con fuerza por la plataforma hacia ellos y
chocó su mano libre con la de Tom al pasar cerca.- Tengo que pedirte un favor.-
El recién llegado se colocó junto a su compañero.
-¿Y por qué no subes?-
-¡No podemos dejar pasar a nadie, Matt!- le
recordó Dan.- Tenemos una responsabilidad...-
-Quita la cadena- le cortó Matt en absoluto
preocupado. El chico le miró perplejo.
-Pero ¿Qué pasa si Bossy se entera?-
-¡Vamos, Dan! ¡No seas caguetas! Quita la cadena
de una vez y deja de pensar en Bossy o acabara apareciendo de verdad.-
A Nataly le sorprendió el tono relajado del chico
nuevo al referirse al jefe. Siempre que el nombre de Bossy era pronunciado,
todo el mundo se ponía de los nervios. ¡Incluso ella lo hacía después de tan
solo dos encuentros!
No hizo falta que insistieran más, pues el chaval
rebuscó la llave del candado que sujetaba la cadena en sus bolsillos y se puso
a abrirla. Cuando Tom y Nataly pasaron por su lado, aún parecía angustiado,
pero no dijo nada. Volvió a colocar la cadena en su sitio y él, ocupó su puesto
como buen centinela.
Los chicos subieron la escalerita hasta la
plataforma siguiendo a Matt que dejó la caja metálica a un lado. Sonó muy
pesada al soltarla, debía llevar herramientas.
-Gracias, colega- le dijo Tom.- Mira, te presento
a Nataly- Después se giró hacia ella y señaló a su amigo.- Nataly, éste es
Matt.-
El chico que se había agachado a atarse los
cordones de sus rudas botas negras, se incorporó ante ella y le tendió una mano
de grandes dimensiones.
-Encantado, Nataly-
La chica se quedó ensimismada observándole con los
ojos como platos, hasta que atinó a estrecharle la mano.
-Perdona, es que eres... altísimo- se le escapó,
debido a la impresión. Y a que cada vez dedicaba menos tiempo a pensar lo que
decía.
-Me lo dicen mucho- reconoció él.
Debía rozar los dos metros por lo menos, quizás
incluso los sobrepasaba. Y tenía una ancha espalda, aunque sus caderas eran
estrechas. Resultaba grandes por la altura, pero no era corpulento ni se apreciaban
músculos forzados ocultos por la ropa.
Como buen irlandés, tenía la piel blanca,
ligeramente sonrosada por el esfuerzo. Al menos las zonas del rostro libres de
la suciedad que se le había pegado. Resaltaban especialmente sus ojos, pequeños
pero de un azul tan intenso que iluminan todo su rostro. Nariz pequeña y labios
finos remataban una cara que desprendía cierto aire infantil, incluso más que
Nate. Quizás fuera la redondez de sus rasgos, pero la sonrisa que alojaban era
la de un niño. Incluso su pelo castaño claro y corto totalmente despeinado
recordaba al de un crío que acababa de terminar de jugar. Excepto por el mechón
sobre la frente que se había teñido de... ¿Rosa?
-No es rosa- dijo él de pronto. Nataly, que se
había quedado mirándolo, dio un respingo.
-¿Qué?-
Matt se señaló el pelo.
-Le pedí al tío de la peluquería que fuera rojo
pero... no sé qué historia me contó de que el tono de mi pelo había suavizado
el color o algo así- Sacudió la cabeza.- En fin, que parece rosa, pero no lo
es.-
-Si no te gusta el rosa ¿Por qué no te lo quitas?-
-¡Porque no es rosa, Tom! ¡Es rojo!- Matt se cruzó
de brazos.- Además me costó demasiada pasta como para quitármelo tan pronto.-
Nataly y Tom intercambiaron una mirada divertida, pero su amigo ni lo notó.-
Bueno ¿Y qué es lo que quieres? Como verás, no es un buen momento.-
-Se trata de Nataly- le explicó.- No se encuentra
muy bien. Ha tenido un accidente en los coches de Jack y no puede quedarse
sola...-
-Insisto en que yo ya estoy perfectamente- repitió
ella, aburrida.
-Te dirá que está bien, pero no es verdad-
continuó Tom como si Nataly se hubiese esfumado.- Tengo que volver a mi puesto
porque Bossy ya me ha echado la bronca hoy.-
-¿Bossy? ¿No me digas que ha ido a vigilarte?-
-¿Todavía no ha pasado por aquí?- Matt negó con la
cabeza.- Bueno... lo que quería saber es si te importa que Nataly se quede
contigo un rato. Aunque viendo el lío que tienes montado por aquí, puede que no
sea buena idea.-
-¡No, no te preocupes!- soltó Matt- En realidad,
no es tan mal momento. Mientras el tren siga parado, todo estará más
tranquilo.- Echó un vistazo a la gente que seguía esperando su turno y meneó la
cabeza de mala manera.- A no ser que todos esos se cansen de mirarme mal y
pasen a la acción. Se me viene a la cabeza una estampida, como en una peli de
zombies.-
-No creo que tu amigo les permita pasar hasta
aquí- comentó Tom con sarcasmo.
Nataly se imaginó al grupo de indignados
intentando cruzar la cadenita y ese pobre chaval estaría tan indefenso como un
insecto frente a una estampida real, pero de animales salvajes.
-Entonces... ¿Estás seguro de que no hay
problema?- insistió Tom.
-¡Que sí! ¡Estoy seguro!- sentenció Matt.- Vuelve
con tus peluches antes de que Bossy te cacé. Y no te preocupes, que tu amiga
estará bien con el tío Matt ¿De acuerdo?-
Sin embargo a Tom le costó aceptar su ayuda más de
lo que había pensado. Obviamente le apetecía dejar a Nataly mucho menos que la
primera vez, seguramente por el poco tiempo que había pasado desde eso. Pero en
su rostro, la responsabilidad acabó ganando la batalla.
-Está bien- aceptó Tom con pesar.- Me voy-
-¡Aleluya!- se burló su amigo.- Le diré a Dan que
te abra la cadena.-
¡Hasta la próxima, buscadores!
Bueno por fin has vuelto...eso si con lo deberes hechos, la canción preciosa muchas gracias por traducirla ya sabes el problemilla que tengo con los idiomas.
ResponderEliminarQue cortito el capitulo, pero bueno hemos conocido a Matt ...que majos estos chicos a mi es que me caen todos genial pero me sigo quedando con Tom, también me gusto mucho el de los coches de choque Jack.
Nos queda alguno por conocer? me he despistado de los que llevamos.
Bueno espero que no nos hagas esperar mucho para el próximo capitulo.
chaoo
Hola de nuevo!
ResponderEliminarSi, lo sé, he tardado mucho en volver, lo sieeeeeeeeeeento :(
Voy a intentar pasarme más de seguido, como mínimo una vez a la semana!
Ya sé que el capitulo ha sido cortito, pero como tenía que poner varias cosas no quería hacer interminable la entrada.
Jajaja, sí, aún falta por conocer a Zonc!!! Pobre... como es el más calladito nadie se acuerda de él.
Nos vemos pronto y gracias por tu comentario!
Bye
Hola buscadora!
ResponderEliminarQué bien me ha sentado leer este capítulo de Noches de Feria:) Ya lo echaba de menos, incluso iba a mandarte un md para pedirte que subieras capítulos pero me daba cosa por eso de presionarte o algo xDD.
La cuestión es que me ha encantado volver a ver Tom y a Nataly juntos y cuando él le coge de la mano a ella ay es tan....joe, que son muy monos. Pero Tom debería dejar lo de soltar a Nataly con cada uno de su amigos, porque todos son encantadores (obviamente son de Reward) y alguno podría espabilarse y robarle a la chica...yo no digo nada!!!
Y tengo que decir que me he reído mucho con este capítulo, sobre todo cuando Nataly le dice al chico este de la atracción, Dan, "decides sobre una cadenita, no sobre la puerta del parlamento" jajaja.
Respecto a la atracción...he imaginado a Nataly dando gracias a los dioses por que estuviera averiada. Aunque viendo su suerte y experiencia en la feria... Matt seguro que logra arreglarla, o más le vale por toda esa gente indignada que reclama su viaje (yo también lo estaría jajaja).
En fin...lo dicho, hacía mucho tiempo que no leía nada de mi grupo bloggero favorito (hace poco salió la palabra Reward en clase de inglés y me acordaba de ellos) y viendo que hay otra parte publicada...no espero más! Quiero aprovechar este ratito de libertad para leer lo siguiente...
¡Buenas señorita Inestable!
ResponderEliminar¡En fin! ¿Qué decirte que no te haya dicho ya por md o en tu blog? Me alegra mucho verte de vuelta por la feria, se echaban de menos tus comentarios larguisimos ^^ y me hace mucha ilusion que dediques tus escasos ratos de libertad en pasarte por aqui, espero que no andes demasiado agobiada.
Ya te lo dije por twitter, tu pide que para una de las dos seguidoras que se siguen pasando por este lugar abandonado de la mano de los dioses de la informatica ¬¬, haré lo que me digais!! Sois mis buscadoras de honor!
Tom y Nataly son muy majos, es una pena que tengan que andar separandose continuamente, y tenes razón en eso! Si yo fuera Tom no la dejaría tan alegremente por ahi, porque estos chicos... bueno, ya lo verás. Tu siempre anticipandote a los acontecimientos eh¿? jajaja.
Si ya te has leido la siguiente parte, no hara falta que te diga que el destino de Nataly son las desgracias, así que su plegaria no surtirá efecto. Pero al menos tendra a Matt a su lado, que por si nadie se ha fijado, esta cuadrado!!
Bueno, nos vemos en el siguiente comentario.
Hasta pronto y gracias por volver! ^^
Hola de nuevo¡¡¡ Me alegra leerte de nuevo¡¡¡
ResponderEliminarLa pobre Natal y pasa de amigo a amigo de Tom. Debe de estar un poco cansada, seguro que con quien quiere estar es con Toma escuchándole cantar esas canciones tan bonitas.
De lo que me he dado cuenta es que por donde va la pobre Natal y se estropean las atracciones jeje...
Un fuerte abrazo!!!
¡Hola Rudimara!
ResponderEliminarVoy con un poco de retraso contestando comentarios pero siempre los contesto ^^
Pues claro que Nataly preferiría estar con Tom, escuchando sus canciones que por ahí perdida y metiendose en líos. Lo sé, es muy sopeschoco que haya por donde vaya, sucedan desgracias (Y las que te faltan por leer) pero vamos a darle un voto de confianza antes de pensar mal de ella.
Me alegra verte de nuevo por aquí, que andabas desaparecida.
Adiós ^^